miércoles, 18 de marzo de 2009

La casita de la montaña

-->Para acallar las malas lenguas que dicen que estos dias no he ido a Castellon a fiestas, sino que soy un poco marica y me he ido por ahí con mi novio, he decidido no negar nada, sino avivar aun más las llamas del cuchicheo. He cambiado algunos nombres por si las personas implicadas no están de acuerdo en aparecer. jeje, maricas!!

Era un viernes de marzo, de mediados para ser más concretos, yo quería darle una sorpresa a mi pareja y había alquilado una casita en la montaña, una casa pequeña con un solo espacio que hacia de comedor y habitación, además de cocina estilo office. Muy cuco todo, muy apañado, perfecto para dos. La chimena era de leña y el dueño me la había dejado preparada, lista para que encender el fuego.
Llegamos por la tarde, Jorge era un chico al que conocía desde hacia poco, era alto, rubio y con unos ojos azules que decían a gritos, “quiero comerte la polla”, sí!! sin duda la relación era puramente carnal. Al menos al principio, como todas las relaciones suelen serlo.

Le preparé una buena cena, un estofado con verduras y un pastel de queso que yo mismo había preparado en mi casa. Todo ello sazonado con un par de botellas del mejor cava que pude encontrar en el carrefour. Ese dia hicimos más bien poco, pues el viaje, el cava y la cena romántica nos habian dejado exhaustos, con lo que nos quedamos dormidos en seguida en el sofá.

Estabamos abrazados en el gran sofá-cama recubierto de piel, la luz del amanecer entraba por un pequeño ventanal junto al techo, de forma que me daba ligeramente en la cara. Me empecé a despertar y todavía medio en sueños sentí que tenía la polla dura -estaba soñando con un par de chicos que trabajaban en mi oficina y eran pareja tambien, veía perfectamente como Javier Braciá y Oriol Santos estaban completamente desnudos, penetrandose uno a otro, cómo el pene de Javier se adentraba en la boca de Oriol y este le acariciaba el escroto con las manos…- Sintiendo todo esto me fui despertando, para descubrir con gran placer cómo sentía que mi polla, además de muy dura, estaba ligeramente húmeda. Abrí los ojos y mi mirada se topó con la de Jorge, cuya lengua estaba repasando mi pene desde la base hasta la punta para acabar haciendolo desaparecer dentro de su boca. Sus manos tocaban mi culo y sus dedos buscaban mi ano para introducirse en él. Le agarré de la cabeza y le indiqué, sin palaba alguna, la velocidad a la que me gustaba más, éste instintivamente me hizo caso y empezó a introducirme por el ano, poco a poco, primero un dedo, luego dos... Mi ano, totalmente dilatado, estaba preparado ya para ser penetrado, así que me dio la vuelta con un movimiento rápido y seguro para colocarme a cuatro patas, con la cara sobre el reposa brazos del sofá y el culo mirando hacia él. Primero, para asegurarse de no hacerme daño, me lamio el ano con su lengua húmeda y caliente, luego puso su mano sobre mi esplada y con la otra se ayudó para introducirme la polla. Al principio costó un poco, el dolor y el placer se mezclaban en mi, poco a poco fui notandola más dentro mio, el roce de su pene dentro de mi culo todavía me molestaba un poco, pero con la mano derecha me empezó a masturbar poco a poco. Mi polla era como una extensión de la suya, como si me hubiera atravesado y se estuviera haciendo una paja, cuando empujaba hacia dentro con su pene en mi culo, retrocedía la mano para bajarme el frenillo, el compás era firme y seguido, perfectamente estudiado, sus golpes de cadera hacían que mi cuerpo se moviera hacia el sentido correcto.
Así estuvimos un rato, yo estaba sudando ya, el reposabrazos estaba lleno de mis babas y ya no sentia más que placer. Su polla estaba más dentro de mi que nunca, mi culo buscaba su pene haciendo fuerza hacia atrás cuando él la hacia hacia delante.
Sentí que sacó el pene de mi culo (que aun después siguió abierto), me di la vuelta, él se tumbó boca arriba, le besé en el cuello, bajé poco a poco hacia los pectorales mientras mis dedos se metian en su boca y mi mano libre buscaba su ano. Bajé hasta la polla y empecé a comersela, este se incorporó hasta ponerse sentado, mientras yo, de cuclillas en el sofá, seguia chupandosela. Noté como su mano me acariciaba la espalda e iba bajando hasta encontrar mi polla, con lo que empezó a masturbarme.
Supe que yo ya estaba a punto, así que le metí el dedo en el ojote y empecé a mamarsela a máxima velocidad. Quería sentir su semen en mi boca al mismo tiempo que me corria yo, él se dio cuenta y empezó a masturbarme más rapido tambien. Al final, con la mano libre que tenía, me cogí la polla mientras él me la soltaba para cogerme la cabeza y justo en el instante en que yo me corría sentí como su semen me llenaba la boca.
El cansancio y el placer iban a la par, me quedé un rato con la polla de Jorge en la boca, hasta sentir que se desempalmaba. El me acariciaba los huevos mientras se limpiaba el sudor. Al cabo de un minuto, nos miramos, nos dimos un beso apasionado y decidimos que haríamos durante el dia, sin duda, iba a ser un fin de semana genial.

1 comentario:

Paco Bailac dijo...

Felicidades un relato muy aposional...
Un saludo desde el coaching.


salud

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